En el blues, como en tantos otros géneros musicales de música popular, las canciones y temas se organizan dentro de una estructura. Ya sea porque muchas músicas folkloricas tienen un baile propio y necesitan de esta estructura para que haya un acuerdo entre músicos y bailarines, ó en el caso del blues por mera convención entre músicos.

Gracias a la estructura sabremos sin necesidad de conocer previamente el tema, que es lo que va a suceder armónicamente (que acorde va a seguir a otro). Esto sumado a un conocimiento de ciertos giros estilísticos propios de cada género, nos hará estar en sintonía a la hora de tocar melodías ya pautadas o improvisar.

Si bien hay algunas variantes sobre esta estructura, e incluso estructuras de ocho compases, la siguiente es la tradicional y más usada.